De los toltecas se dice que conocían las turquesas, y encontraron las minas y el Monte de plata, del oro, del cobre, del estaño, del metal de la luna; y de los mexicas, dieron oro y plata para
que gozaran Huitzilopochtli, que quiere decir cuando los mexicas llegaron, los toltecas ya explotaban las minas en la actual Sierra de Pachuca.
El Municipio de Mineral del Monte, tiene su origen en la época colonial, se remonta en la época en que arribaron los mineros ingleses en donde ya existían caminos que lo comunicaban con Pachuca y
las Haciendas de Beneficio, situadas hacia el norte hasta San Miguel Regla.
Es también conocido por sus minas de plata explotadas por Don Pedro Romero de Terreros en el siglo XVIII y posteriormente por los ingleses en el siglo XIX, quienes trajeron a esta región, las
primeras máquinas de vapor, el fútbol y el platillo típico, los pastes.
En 1766 Pedro Romero de Terreros, pretendió suprimir el partido y los jornales que pagaba y aumentar al doble las cargas de trabajo para obtener mayores ganancias, el 15 de agosto los mineros de
Real del Monte se lanzaron a la huelga, y se trasladaron a Pachuca a manifestarse.
Este movimiento se toma como el primer antecedente de los movimientos de huelga en México y problamente en el mundo.
Porfirio Díaz, quien el 20 de octubre de 1861, al referirse a los combates que sostuvo contra las tropas reaccionarias del Gral. Leonardo Márquez, en Pachuca y a las que persiguió hasta
Atotonilco, dice haber vuelto a Real del Monte, a donde el Gral. Santiago Tapia, Jefe de las Fuerzas, acuarteló a las tropas que participaron en la persecución y después de permanecer 4 o 5
días para enterrar muertos, volvieron a la capital.
El 8 de noviembre de 1866, en el Rancho de los Britos conocido actualmente como "Casas Quemadas", tuvo lugar una acción militar encabezada por el Coronel José María Pérez oriundo de Omitlán, en
la que participaron los barreteros, el Coronel Guillermo E. Pascoe y otro Coronel más de apellido Padrón, contra una fuerza de Austríacos. El Coronel Pérez y su idea principal consistía en atacar
a la Ciudad de Pachuca.
La minería produjo un importante flujo de actividad económica que ocasionó el
crecimiento de la Nueva España al generarse empleos para gran cantidad de la población. La minería fue la actividad económica que más impulso tuvo en la colonia, pues cualquiera podía echar a
andar una mina siempre y cuando entregase la quinta parte de sus ganancias a la corona española. Fue además un incentivo para la conquista, exploración y colonización de nuevos territorios. Las
principales minas de Nueva España fueron la de Zacatecas (1546), Pachuca (1552), Fresnillo y Guanajuato (1554), y finalmente San Luis Potosí (1592). Estas ciudades también recibieron gran
cantidad de pobladores debido a la esperanza de muchos novohispanos por conseguir un mejor nivel de vida.
El beneficio de patio fue descubierto por Bartolomé de Medina en 1554, y su principal consecuencia fue un incremento en la activación de la minería,
pues el nuevo sistema requería de menos tiempo, menor mano de obra y reducía la cantidad de trabajadores necesarios para la obra. Sin embargo, la obra de Medina requería un mayor costo
económico (el sistema estaba formado por sal, pirita de hierro, cobre y mercurio — conocido entonces como azogue), pero el costo fue paliado rápidamente y la minería siguió su
crecimiento.
La minería novohispana enfrentó varios problemas, como:
Escasa mano de obra al verse reducida la población indígena (principal trabajadora de las minas), durante las epidemias del siglo XVI. Este inconveniente
fue solucionado con la importación de esclavos negros.
La importación de mercurio fue prohibida y castigada con la pena capital a partir de 1589, por decreto de Felipe II. La razón dada fue que los ingleses
eran los mayores comerciantes de tal producto y al ser España su enemiga principal, sus colonias no podían comerciar con la corona británica. La prohibición alentó el contrabando con piratas
ingleses, como Henry Morgan.
La dureza del trabajo en las minas provocaba enfermedades como artritis reumatoide en los mineros, lo que muchas veces ocasionó su muerte o cese en el
trabajo. Los estímulos brindados solían ser paupérrimos y los trabajadores muchas veces ocasionaron revueltas en contra de los patrones.
La época dorada de las minas se alcanzó en el siglo XVII, y su mejor representante fue la mina de la Valenciana, ubicada en Guanajuato y propiedad de
Antonio de Obregón, conde de la Valenciana. En el plazo de 1788 a 1808, la mina produjo 30 millones de pesos, cantidad superior al Producto Interno Bruto del Virreinato del Perú. La plata fue
el principal producto de las minas novohispanas, y su importancia se reflejó en la proliferación de la orfebrería, que poco a poco obtuvo gran prestigio en el mundo entero. Los aztecas
también habían desarrollado esta actividad en una escala menor, lo que aumentaron los novohispanos. Las Antillas y Filipinas, fueron los principales mercados de venta de la plata producida en
Nueva España. En 1729, al celebrarse la boda de Fernando de Borbón y Saboya, príncipe de Asturias, con Bárbara de Braganza, en Badajoz, Extremadura, los presentes otorgados fueron de plata
novohispana.
Efectos sociodemográficos y económicos de la minería
La moneda de oro fue establecida en 1771 y representó un avance en la economía del virreinato, Bucareli logró aumentar el PIB ese año en un 50%, lo que
significó un mayor uso de los recursos del país en obras públicas, más el 30% de la ganancia fue enviada a España. La minería, como actividad económica principal, generó un contexto nuevo en
la sociedad del virreinato. El oro y la plata se consolidaron como productos de exportación, sirvió de enlace entre España y su colonia, además de unir la economía mundial con la del
incipiente virreinato. El auge del oro como material minero principal ocasionó que Antonio María de Bucareli y Ursúa, virrey de Nueva España, decretase en 1772 un edicto por el que se
instituía la moneda de oro como circulante oficial del Virreinato de Nueva España, medida que contaba con la anuencia del rey de España y del conde de Aranda, primer ministro.
El comercio, la agricultura y la ganadería se vieron consolidados y fortalecidos con la medida tomada por Bucareli, así como otras áreas como manufacturas
y artesanías. Además, el oro impidió por mucho tiempo la devaluación de la moneda al brindar un medio estable de canje.
Otra actividad beneficiada por la minería fue la exploración del norte del país, abandonado desde la caída chichimeca, pero el descubrimiento de minas
llevó a misioneros, agricultores y ganaderos a establecerse en las vastas praderas del norte, convirtiendo aquellas zonas inhóspitas, estériles y desoladas en zonas de producción, como
Monterrey, capital del Nuevo Reino de León. Así, la minería fue consolidando su posición como la actividad económica más redituable en el virreinato, pero cayó a mediados del siglo XIX, al
surgir la industria, caer las minas a causa de las guerras, y devaluarse la moneda de oro en 1882